Fútbol - Actualidad
-¿Vemos Inglaterra o nos vamos a un bar?
-Espérate, que llega tu hermano ahora, que está con sus amigos, y nos vamos a cenar.
-Vale, papá, ¿qué piensas del Brexit?
España acaba de caer eliminada de una gran competición -de las que hay que esperar dos años para volver a ganar- y ni una lágrima, ni siquiera un taco, sin necesidad de encerrarme a leer los foros de internet en casa y todos los grupos de whatsapp callados. Nos lo merecíamos.Y, lo que es peor, sabíamos que iba a pasar desde el minuto dos del partido. Desde la segunda parte de Croacia. Desde la final de la Confederaciones de hace tres años.
La "dirección" táctica (sí, las comillas son irónicas)
España es el único equipo de cualquier deporte profesional del mundo que no prepara el siguiente partido. Supongo que hubo sesión de video, como aquella clase de mates en la que el profe te adelanta que expone el tema pero que no importa, que en el examen hagas lo de siempre, que se te da bien, da igual la pregunta que caiga; sólo con sumar te vale, porque eres el que mejor sumaba antes.
Llevamos sin ganar a un rival fuerte desde la final de Viena (el 4-0 a Italia fue el cúlmen del Modelo, después de ahí morimos de éxito: Narciso reflejado en un balón de Adidas) y nos destrozan cuando nos ponen defensa de cinco y un nueve-pivote.
A ese dibujo se le gana con extremos a la espalda de los laterales. Fín. Sin curso de entrenador. O se controla el partido igualando en número a los cinco medios que acumula Italia cuando tiene la bola.
O una u otra. Pues no, el Marqués no decidió ninguna de las dos. Dos interiores -Nolito y Silva- a kilómetros de Busquets, Cesc jugando a otra cosa y Andrés Iniesta matándose a correr. Italia encontraba a De Rossi con un pase y el romanista encontraba a otra camiseta azul en el borde del área con sólo otro pase. No había líneas de España que romper. Nunca en el fútbol ha sido tan fácil llegar de una porteria a otra.
Y nunca el portero de España había dado tantos pelotazos para sacar el balón. Italia lo tenía fácil, Piqué y Juanfran sólo tenían una salida, Busi. Bastaba con cortar ese pase. Nolito, Silva y Andrés seguían a años luz.
Ya no estaban Xabi Alonso ni Xavi...
Estaba claro que Conte había preparado el partido y el Marqués no. Hubo un momento en el que el repaso en el planteamiento del partido era humillante, parecía que había trece azules contra ocho blancos.
La excusa de que ya no somos tan buenos
Los palmeros -palabra de moda en el periodismo deportivo: es la forma que utilizan para conseguir noticias- ya dejan caer que no hay tanto talento entre los jugadores. Thiago, Koke y Aduriz tenían que haber jugado contra Italia. Javi Martínez -la ausencia más incomprensible, con las opciones que te da en una competición corta-, Cazorla y Carvajal tenían que haber ido. Arteta, Costa, Mata y Callejón irían convocados a cualquier otra selección en el mundo. Alcacer como revulsivo había funcionado el último año.
Pero Vicente miraba al banco y veía a Bartra, Bellerín, San Jose y Pedro (el Pedro de 2016). Y en el campo, Cesc (el de 2016, que lo único que aporta es distancia recorrida) la indolencia de Alba y el egocentrismo de Ramos. Lo del camero da para otro artículo: cada vez que intenta arreglar un fallo suyo comete otro; sus errores ha sido lo más decisivo en esta competición... aunque nos hubieran ganado igual...
Pero es más fácil decir que no hay talento. Vicente es buena gente y duele pegarle. Yo también soy majo, voy a dedicarme a no hacer nada en mi trabajo, a ver qué dice mi jefe.
No. Faltaba trabajo táctico. La salida de Lucas Vázquez llegó tarde. Lo de no proponer alternativas hasta el descanso aunque te estén comiendo la tostada desde el principio debe eser un capítulo importante en algún manual de entrenador de 1920...
La no-evolución lleva a la no-supervivencia
De los cuatro equipos que crecieron con el tiki-taka sólo hay uno que no ha cambiado. El Barça cada vez es más directo, el Bayern mete muchos goles tras robo en la presión alta, Alemania usa cada vez más la opción del tanque arriba. Pero España ha querido seguir con el "rondo eterno". Daba igual que ya todos lo hubieran descifrado, elegimos morir quietos, recordando lo guapos que eramos de joven.
Adiós
Y nos vamos del Torneo sin lamentos, sin un Eloy, un Salinas, un Luis Enrique-Tasotti, un Al-Gandhour, un penalti alto de Raúl. Sin pensar que hubo mala suerte. Igual que en Brasil.
Postdata
Lo fácil hubiera sido poner "Adiós y gracias". Pero eso ya lo dijimos hace dos años. Esta vez sólo me sale un "adiós y Suerte".
Escrito por: Carlos López Vivas.
@OpinionDeporte
