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Las eliminatorias Barcelona-Almeria y Sevilla-Madrid conforman las semifinales de la Copa del Rey 2010/11. Partidos que se disputaran las 2 próximas semanas.
Realizamos a continuación resúmenes de las crónicas de prensa y pequeñas conclusiones de los partidos de vuelta de cuartos de final...
Sevilla, 3 - Villarreal, 0
El Sevilla proclama su nombre. Que a nadie se le olvide. A día de hoy la corona está en la cabeza del Sevilla FC, el actual campeón de la Copa de Rey, que defenderá su posesión en semifinales. El Sevilla, el equipo del arte y del salero, el del Ramón Sánchez Pizjuán, reivindicó su nombre y le recordó al mundo que el trofeo, de momento, está en sus manos. De las últimas 5 semifinales de Copa, el conjunto hispalense ha estado en 4.
Ambos entrenadores sorprendieron con revoluciones en sus onces : Manzano cambió de sistema, para jugar con dos carrileros y tres centrales, en un equipo en el que destacaba Sergio Sánchez que volvía a la titularidad, tras un año "parado" por su operación cardiaca. Tampoco se cortó Garrido a la hora de innovar, con la introducción de Cicinho, Jefferson Montero y Altidore en punta.
Lo cierto es que, como ya quedó claro en la ida, el partido prometía goles, y las previsiones se cumplieron pronto, porque en el 6' un mal centro de Dabo lo aprovechó, Negredo para rematar a gol, aunque sería Renato el que empujara el cuero, para situar el 1-0. El tanto sevillista era la constatación de que el Villarreal estaba totalmente descolocado con el novedoso sistema de los blanquirrojos, porque el dominio local era absoluto.
De hecho, los amarillos tardaron casi media hora en aparecer, pero lo hicieron con peligro, en un remate que Gonzalo Rodríguez mandó al larguero. Esa acción supuso un paso adelante de los visitantes, con balones a la espalda de los centrales que inquietaban a la zaga blanquirroja, aunque Kanouté avisaba, con un cabezazo, que la defensa levantina no se debía descuidar.
El encuentro se animaba. Pero el Sevilla tenía dominada la situación, porque, entre otras cosas, el banquillo del Villarreal seguía sin moverse, pese la necesidad de cambios. Y si la primera mitad se había iniciado con un gol tempranero de los hispalenses, la segunda lo hizo con otro todavía más rápido, en un corner medido de Romaric, que Kanouté envió de cabeza al fondo de la red.
Con el Villarreal noqueado el Sevilla decidió darle la puntilla da la eliminatoria, y casi a continuación otro córner servía para que Alexis, que ya marcó en la ida, remachara desde atrás el 3-0.
Cuando ya era más que tarde, Garrido hizo un doble cambio, Marco Ruben y Bruno por Catalá y Altidore. Pero de nada sirvió. En fin, desde el tercer gol todo estaba decidido, y así lo entendieron unos y otros, que guardaron fuerzas para la Liga, aunque el Villarreal se llevó la frustración de que, un año más, seguirá sin poder jugar una semifinal de Copa. Sigue siendo un "eterno aspirante"...
Deportivo de la Coruña, 2 - Almeria, 3
El Almería consumó la proeza y logró un hito en su historia dal alcanzar las semifinales de la Copa del Rey por primera vez desde su fundación. El equipo andaluz asaltó Riazor y apeó al Depor del torneo con los tantos de Corona, Crusat y Goitom. Ahora espera lo más difícil todavía: eliminar al Barça.
El equipo andaluz siguió viviendo su particular luna de miel. Si el pasado fin de semana lograban arrancarle un empate un Grande como el Real Madrid, ayer consiguieron meterse en las semifinales del Torneo del KO. Toda una gesta que además ha sellado con un pasaporte inmaculado: seis victorias en seis partidos. Datos que parecen "extraños" para ser el actual colista de Primera.
Los andaluces, que afrontaron el partido con la ventaja que les daba el 1-0 de la ida, no se dejaron intimidar por los primeros ataques de los coruñeses y aprovecharon su velocidad en campo contrario para desarmar a un rival que se resistió a la eliminación.
Sin el corsé del sistema de cinco defensas, el Depor salió a asustar al Almería y a los siete minutos un centro de Laure fue rematado por Manuel Pablo, desde el punto del penalti al larguero de la portería de Esteban.
Lejos de asustarse, el Almería, con Pellerano en el once nueve meses después de haberse lesionado y el debut de Juanito, reaccionó sin miedo y devolvió el aviso con un disparo de rosca desde la frontal de Goitom que repelió el poste y, al rechace, un remate de Corona que desvió Manu.
En el tira y afloja continuo del inicio, el Deportivo volvió a la carga con otra jugada desde la derecha que acabó con el balón en saque de esquina después de que Esteban lograra despejar un disparo de Pablo Álvarez dentro del área. Ahí acabó el empuje del Deportivo y comenzó el del Almería, que sentenció la eliminatoria en solo dos minutos.
Los jugadores almerienistas encontraron una autopista en la banda derecha para superar a la defensa del Deportivo y Corona estrenó el marcador (min.19) con un disparo inalcanzable.
Sin tiempo para que el Deportivo reaccionara, otro ataque fulminante ante una defensa débil acabó con la poca vida que le quedaba a los gallegos con un disparo de Crusat que rebotó en Laure y pasó por encima de Manu.
Los dos goles del Almería y el que había conseguido en el partido de ida obligaban al Deportivo a una épica, marcar cuatro goles, para seguir adelante en la competición. Una misión imposible para el equipo de Lotina, a pesar de que antes del descanso logró recortar la diferencia en el marcador con un tanto de penalti de Pablo Álvarez que él mismo había provocado.
Adrián, en el inicio de la segunda parte, dio esperanza al Deportivo, pero un polémico penalti por mano de Rubén Pérez acabó con las escasas opciones que tenían los coruñeses de alcanzar las semifinales.
Betis, 3 - Barcelona, 1
El Betis se despide de la Copa del Rey por la puerta grande. Los verdiblancos se impusieron por 3-1 al Barcelona y trataron a los culés con una superioridad inédita en un rival de los azulgrana esta temporada. Los dos goles de Jorge Molina y el de Arzu no sirvieron para contrarrestar la manita de la ida, más el tanto de Messi en el Villamarín.
Si el fútbol fuera justo, esta tarde el Betis sería equipo de Primera División.
Los futbolistas de Pepe Mel ya habían explicado en el Camp Nou que optan por disfrutar de la pelota y que son capaces de disputársela a un Barça que suele abusar de ella para torturar a sus rivales. Lo que les faltó en Barcelona fue el gol, que en Sevilla apareció de inmediato y por duplicado en los siete primeros minutos. Dos goles de Jorge Molina en ese tiempo pusieron boca abajo el Benito Villamarín, o cómo se llame ahora...
Al enorme inicio de Molina le acompañaron la calidad a balón parado de Salva Sevilla, que le asistió en el primer gol , y la velocidad con balón de Ezequiel, que sirvió la perpendicular que se tragó la defensa blaugrana en el segundo.
El Betis fue un bloque armónico que dejó sin balón y sin aliento al Barça. Se merendó a un Barcelona con solo tres titulares, pero tres piezas maestras: Piqué, Xavi y Messi. El primero se vio desbordado en ocasiones, el segundo no pudo zafarse de la estrecha vigilancia a la que le sometieron Iriney y Arzu y, finalmente, el 'Balón de Oro' salvó la dignidad del primer tiempo con su gol, una mezcla de habilidad y fuerza "ayudado" de una duda imperdonable de Isidoro.
Otra jugada a balón parado muy mal defendida por una defensa que ha jugado muy poco junta -Adriano, Piqué, Milito, Maxwell- permitió a Arzu lucirse con el 3-1 justo antes del descanso. El gol de Messi había colocado la eliminatoria todavía más lejos de su alcance, pero la victoria era amplia y justificada.
El Bacelona había "claudicado" -sólo en el partido, no en la elimintoria-. Pero, como en la ida, el rendimiento físico verdiblanco bajó en la segunda parte, pero fue capaz de mantenerse en pie y encontrar alguna opción para ampliar su resultado.
El Barcelona conquistó el control de la pelota en ese tramo del partido y lamentó también el fallo de Messi desde el punto de penalty. Leo patinó y puso el balón en las alturas.
La derrota baja al Barcelona a "la escala de los normales", quizá por la falta de jugadores como Villa, Iniesta, Puyol, Abidal, Busquets, Pedro, el lesionado Alves, y la falta de conexión de tanto jugador incluido en el once de golpe.
Debutó como titular Afellay, que mostró maneras y falta de "estilo Barça". Muy tirado a la banda derecha, buscó la participación constante y enseñó un disparo potente que le dio al Barcelona su única ocasión del primer tiempo mucho antes del gol de Messi.
Pero la noche fue del Betis y de un líder de Segunda que le pintó la cara al líder y campeón vigente de Primera. Una condecoración preciosa para un equipo de fútbol de verdad.
Atlético de Madrid, 0 - Real Madrid, 1
Un año más... El día de la Marmota en "versión Fútbol"... El Madrid no ha perdido en los últimos 20 derbis (en Chamartín o el Manzanares), de los cuales ha ganado 16.
De paseo a semifinales. El Real Madrid está en semifinales de Copa tras ganar en el Caldéron con la ley del mínimo esfuerzo. Cristiano marcó en la primera llegada blanca. El Atlético, sin energía ni plan.
La remontada altética sonaba, otra vez, a falacia. Así fue. El Madrid minimizó el derbi una vez más. No hubo color. El gol de Cristiano a los 23 minutos convirtió la vuelta de los cuartos de final en una cosa intrascendente y aburrida.
Adivinas las intenciones de los entrenadores se pone imposible. Pero cuando termina el partido, saltan a la vista. La intención de los dos era ofrecer un partido cerrado. Quique Flores, obligado a planificar una remontada y defender su récord de eliminatorias conquistadas, decidió un enésimo cambio de centrales (Ujfalusi-Perea), con Valera en el lateral y el recién fichado Elías en el medio campo. Forlán y Reyes, adelantados. ¿Fran Mérida? Encontrándose, porque sigue perdido. ¿Juanfran? En el banquillo. Las prisas por alinearlo de principio en el Bernabéu se delataron absurdas en el Manzanares.
Mourinho acorazó a su Madrid y consiguió que ningún rojiblanco se plantara ante Casillas: Ramos, Carvalho, Albiol y Arbeloa atrás. Khedira y Alonso en el primer muro de contención, Marcelo de "extremo izquierdo", Di María por la derecha, Özil como segundo delantero y Cristiano en la punta.
De donde no hay, poco se puede sacar. El Atlético entró en el partido espoleado por el rugido de una afición que siempre confía y le quitó el balón al acorazado Real Madrid de tres centrales en la línea de cuatro . Tampoco andaba mal surtido el equipo de Quique de elementos corpulentos en la media. Si el empuje inicial de un equipo obligado a remontar en su terreno se limita a no ofrecer demasiadas oportunidades a su rival, basta que pasen los minutos para que éste se anime a salir de su campo. Y es lo que ocurrió transcurrido un primer cuarto de hora en el que el Atlético lideró el ránking de robos de balón y no supo qué hacer con él.
Superado el amago de avalancha, el Madrid "reconoció el balón", la tocó con más continuidad y encontró la paz con el gol de Cristiano: apertura de Alonso a la derecha, centro de Ramos entre las piernas de Filipe, Ronaldo gana la posición a Valera y dispara sin pensarlo a un metro del área pequeña. Un tiro, un gol.
La paz blanca y "final del partido". Tiempo para la inconsistencia del Atlético y el Madrid mirando al reloj, no por miedo, por puro aburrimiento. La única situación favorable de los rojiblancos hasta el descanso fue una aceleración de Diego Costa por la banda derecha con un centro que no llegó ni a Forlán ni a Elías.
Costa entró en el derbi dos minutos después del gol de Cristiano. El brasileño hizo algo más, puso una pizca de garra a un equipo que se desgarra. Sin Agüero de principio, sin Reyes después y con un 0-1, la noche de emociones se vino abajo definitivamente.
Algún detalle técnico de Özil regaló el Madrid, pero con cuentagotas. Cerró el primer tiempo con una buena jugada que Di María no pudo culminar tras recibir un gran taconazo de Ronaldo.
Tras el descanso, el Atlético salió de nuevo con alguna idea de llegar al área de Casillas y acumuló en muy pocos minutos tres disparos a puerta. Casillas atajó muy fácil el tiro de Tiago y otro muy flojode Mérida. Dos intentos de tiro de Forlán, mordidos y pifiados, finiquitaron el nuevo impulso rojiblanco.
Los 40 minutos restantes sirvieron para ver la incapacidad ofensiva del Atlético, su falta absoluta de confianza en lo que hace y... observar cómo Marcelo, como una flecha por la izquierda, marcaba un gol anulado indebidamente por Turienzo. Juanfran, se ganó una tarjeta y le fue perdonada la expulsión por la segunda, una entrada que lesionó a Khedira.
El juego sin emoción condenó esta noche en el Calderón, donde se sigue viviendo del recuerdo.
Fuentes: As.com, Marca.com, ElMundo.es