La Elipa: cierre de un campo histórico

Otros deportes - Opinión

Hace unos días he recibido una triste noticia. El campo de béisbol de La Elipa ha sido cerrado “temporalmente”. Para mucha gente esta noticia no supone más que un hecho curioso y el enterarse de que se juega al béisbol en España. Para mí, supone el cierre del lugar donde he crecido como jugador y como persona.

Desde el año 91, en el que descubrí que se jugaba al béisbol en España y decidí acercarme a probarlo en la escuela municipal de La Elipa, he pasado muchas noches de entrenamiento y fines de semana de partido. No sé porqué pero desde el primer momento me enamoré de este deporte y del ambiente que se vive en los partidos y torneos.

El origen del campo se remonta a los años 50 cuando los norteamericanos que trabajaban en la base de Torrejón decidieron utilizar un solar en el barrio de La Elipa para jugar a su deporte favorito. A principios de los 60 y con el apoyo de Ramón Areces (fundador del Corte Ingles que pasó muchos años de su formación en Cuba) el campo fue proyectado por los arquitectos Manuel Barbero y Rafael de la Joya, realizándose las obras entre los años 1961 y 62. Con la ampliación del año 1965 el campo quedó finalizado y se ha mantenido así desde entonces. Durante los años 70 y principios de los 80 se vivió la mejor época del campo con cientos de jugadores que lo ocupaban todos los fines de semana. Con posterioridad se fue generando alrededor del campo de béisbol el polideportivo de La Elipa y el campo pasó a ser gestionado por el ayuntamiento, durante muchos años por el IMD (instituto municipal de deportes) y tras la desaparición de esta institución pasó a depender de la junta municipal de La Elipa.

Desde la desaparición del IMD se ha descuidado el campo y las escuelas deportivas de béisbol, tanto de niños como de adultos, han sido maltratadas por malentendidos personales. Los gestores municipales no conocen la idiosincrasia de nuestro deporte y piensan que puede ser tratado como el fútbol, por lo que para facilitar el funcionamiento de los sistemas informáticos o las planificaciones laborales, los horarios de entrenamientos y partidos deben ajustarse a los de otro deporte tan diferente como el fútbol.

En los últimos años el campo se ha deteriorado rápidamente y la falta de dinero, conocimiento o ganas han provocado que cada vez resultase más difícil practicar nuestro deporte. Llevamos varios años soportando socavones y maleza en la parte del campo donde juegan los exteriores, la caída del muro que sujetaba el terraplén se solucionó temporalmente con una valla metálica y una red verde que simulaba la pared, pero hace más de un año que esa valla se ha desprendido y nadie la ha arreglado. El mantenimiento de la parte interior denominada “cuadro” se ha realizado de tal forma que se provocó un desnivel entre el césped y la tierra batida de casi 10 centímetros.

El último intento de arreglar esta zona ha sido el que ha desembocado en el cierre del campo. Se ha intentado levantar el nivel de la zona de tierra batida pero ha sido peor el remedio que la enfermedad. Parece ser que la tierra utilizada no ha sido la que corresponde a los campos de béisbol y tenis por lo que ha quedado inutilizada.

Gran parte de los problemas se derivan de la subcontratación de servicios y de la falta de medios en el polideportivo. Nadie tiene claro de quién depende el mantenimiento o pretende no tenerlo claro. Nos hemos encontrado en algunas ocasiones con que el mantenimiento del césped no se realiza ya que depende de los jardineros que no son empleados del polideportivo.

Tan solo espero que al final todos estos pequeños problemas no fuercen el cierre definitivo de este histórico, el único campo que tenemos en Madrid y donde se han vivido algunos de los mejores momentos de nuestro deporte.

En futuras entregas trataré de transmitir las emociones y sentimientos que experimentamos al poder practicar este extraño deporte que es el béisbol y que la gran mayoría de los españoles no termina de comprender.

Escrito por: Pablo Herrera.